Velocidad en nudos náuticos

Origen de los nudos náuticos como medida de velocidad en el agua

Medir a qué velocidad vamos mientras navegamos por el mar a bordo de una embarcación resulta muy complicado si lo intentamos adivinar a ojo y sin ningún tipo de artilugio. En las postrimerías del siglo XVI, se creó un método para apreciar la velocidad de una nave empleando una corredera, instrumento con el cual se originó el nudo como unidad de medida de velocidad en el mar.

La corredera era un artilugio de medición compuesto por una placa de madera, por lo general, en forma de arco, que incluía un peso en uno de los vértices, de manera que flotaba verticalmente en el agua. La pieza de madera se amarraba a una cuerda larga y fina con nudos repartidos entre espacios equidistantes.

Un tripulante lanzaba la placa de madera al agua, dejando correr la cuerda, mientras otro usaba un reloj de arena, con la idea de comprobar el número exacto de nudos que que se deslizaban en un periodo de tiempo determinado, midiendo, de ese modo, la velocidad del buque en función del número de nudos. Por ejemplo, si del carrete salían 10 nudos en 30 segundos, el barco navegaba a una velocidad de 10 nudos.

Aunque, en un principio, la proporción entre los nudos y el tiempo no estaba estandarizado, a mitad del siglo XVIII se constituyeron los nudos a 1/120 de una milla cada 30 segundos. A partir de esa época la navegación se ha basado en millas náuticas, que equivalen a 1,852 kilómetros. Así pues, 1 nudo corresponde a 1 milla marina (náutica) por hora.

Nudos náuticos, equivalencias y velocidad de los vientos

El nudo es una unidad que se utiliza para medir la velocidad tanto en la navegación marítima como en la navegación aérea. Y como hemos indicado, equivale a una milla náutica por hora. Además, se utiliza en meteorología para estimar la velocidad del viento.

Generalmente, en náutica, la velocidad del viento se mide también en nudos, a través de la escala Beaufort. Esta escala agrupa 12 grados de intensidad ascendente que describen el viento en base al estado del mar. No obstante, esta clasificación no es del todo exacta, puesto que varía según las características de las aguas donde se manifiesta el viento. Con la irrupción de los anemómetros más modernos, a cada nivel de la escala se la ha asignado su correspondiente franja de velocidades.

Kt(nudos) – Denominación del viento según los nudos

  • Menor a 1 – Calma
  • 1-3 – Ventolina
  • 4-6 – Brisa muy débil
  • 7-10 – Brisa débil
  • 11-16 – Brisa moderada
  • 17-21 – Brisa fresca
  • 22-27 – Brisa fuerte
  • 28-33 – Viento fuerte
  • 34-40 – Temporal
  • 41-47 – Temporal fuerte
  • 48-55 – Temporal duro
  • 56-63 – Temporal muy duro
  • Mayor a 64 – Temporal huracanado

1 nudo equivale a 1,85 kilómetros por hora. Así, por ejemplo, un viento fuerte de 25 nudos equivale a 46,3 kilómetros por hora (mph). Y si un nudo equivale a 1,15081090586 millas náuticas por hora, un viento de 25 nudos equivaldría a 28,77 millas por hora.

Aunque en la clasificación de 12 rangos hemos incluido los nudos náuticos como unidad de medida, la escala se suele medir en niveles que indican la fuerza del viento, del 0 al 12.

La escala de Beaufort es, por tanto, una medición empírica utilizada para calcular la velocidad del viento. Su denominación oficial es Escala de Beaufort de la fuerza de los vientos.

Esta escala fue creada en 1805 por Francis Beafort, hidrógrafo y oficial naval irlandés. Antes del siglo XIX, los oficiales navales hacía estimaciones aproximadas respecto a la velocidad del viento, pero tales mediciones resultaban subjetivas. En un principio, la escala no denominaba a los vientos por su intensidad, sino que detallaba un conjunto de factores cualitativos (de 0 a 12), en función de cómo un barco actuaría bajo tales condiciones: desde viento insuficiente para maniobrar hasta viento insostenible para las velas.

La escala de Beaufort siguió su evolución y, a partir del año 1944, se incluyeron las cifras de la 13 a la 17 para la medición de la fuerza del viento, utilizadas en caso muy particulares, como los ciclones y huracanes tropicales.

Métodos e instrumentos para medir la velocidad de los barcos

Desde los primeros métodos rudimentarios, como la mencionada corredera, a partir de la cual se llamó nudo a la unidad de velocidad de las embarcaciones, han ido sucediéndose métodos e instrumentos más avanzados para medir la velocidad de las embarcaciones. Tras las primeras correderas de madera y cuerda, apareció la corredera mecánica, formada por una hélice sujeta a un cabo que iba unido a un cuentarrevoluciones fabricado a base de engranajes.

Por su parte, la corredera electromécanica pertenece al conjunto de las correderas que funcionan a presión. Se compone de un sable o tubo que sobresale unos 40 centímetros por debajo de la quilla, y que dispone de dos orificios, uno expuesto a la presión del agua dinámica y otro a la presión hidroestática. Un receptor de presiones transmite por medio de un voltímetro y un reóstato la velocidad del buque en nudos.

Creada partir del perfeccionamiento de la corredera Doopler, esta corredera es la más empleada en los diferentes navíos, y cuenta con un transductor en la carena de la nave, que funciona por el efecto Doopler. Además de ser digitales, disponen de memoria y totalizadores. Su integración en otros equipos electrónicos de situación, como el de satélite, radar, Decca, Loram…, permiten una navegación mucho más segura, puesto que los datos llegan de forma automática y precisa al patrón.

Las correderas han ido mejorando notablemente gracias a las nuevas tecnologías, pero es necesario calibrarlas y determinar el baremo que se debe aplicar para obtener la velocidad real y la distancia recorrida.