¿Se puede vivir en un barco?

Vivir en un barco es una posibilidad real, algunas parejas en los países de la ribera atlántica usan el barco como vivienda habitual, pudiendo tener la embarcación en atraque, o navegando.

 

Vivir en un barco es legal, no hay ninguna ley que prohíba la vida en una embarcación. Las personas que trabajan en la marina mercante suelen pasar épocas dilatadas viviendo en un barco, pasando muchos días a bordo y por ello, se suele considerar como nuestra «casa» a la estancia que conforma la embarcación. Aunque hay que apuntar que existen algunas consideraciones legales en caso de barcos que estén atracados de forma continua, si además se está haciendo vida en ellos.

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Se puede vivir en un barco, aunque hay costes

Vivir en un barco tiene un coste, no siempre será más barato que la vida «en tierra». La embarcación tiene unos costes de mantenimiento y a éstos hay que sumar los gastos que supone el atraque o fondeo de la nave, además de diversos impuestos y tasas.

 

Para vivir en un barco hay que tener en cuenta las condiciones que éste nos ofrece, las mejores embarcaciones para esta finalidad son los veleros y deben contar con espacios interiores apropiados, buen acondicionamiento del baño, cocina, etc. sobre todo tener en cuenta el aprovisionamiento de energía y alimentos.

 

A pesar de todo, la vida en un barco es factible y encontramos muchos ejemplos en la ribera mediterránea y en países del norte. Pero hemos de diferenciar entre vivir en un barco mientras navegamos o con el parado.

Vivir en un barco tiene gastos de mantenimiento, atraque y fondeo

En el caso de un barco continuamente atracado, fondeado o amarrado, se deben sumar los costes de las tasas del puerto, la embarcación tendrá la definición legal de buque inactivo, de acuerdo al artículo 16 de la ley de navegación marítima. Estos buques inactivos pueden encontrarse atracados o fondeados. En todos los casos hay que avisar a la autoridad portuaria pertinente, o el club marítimo, de que dicho barco tiene la condición de vivienda y a partir de ahí, se establecen unos criterios de seguridad. Esto significa que el barco vivienda no puede interferir con la seguridad de otras embarcaciones en navegación mientras esté amarrado, atracado o fondeado. El barco no puede ser un peligro para las instalaciones circundantes, actividad portuaria, medio ambiente o personas.

Antes de vivir en un barco hay que avisar a las autoridades administrativas

De este modo, las autoridades administrativas en ocasiones limitan la condición de vivienda del barco en algunas zonas portuarias. Es la misma administración quién puede exigir al armador del barco y a quienes lo habiten que este cuente con los elementos de seguridad necesarios, así como las garantías económicas suficientes en caso de riesgos.

 

Si vivir en un barco supone un peligro para las instalaciones portuarias y la seguridad marítima, la autoridad puede ordenar la retirada de la embarcación.

 

En conclusión, vivir en un barco es posible pero hay que tener en cuenta algunas consideraciones y gastos, además de la comodidad o no que suponga la vida en el barco. Debemos conocer las medidas de seguridad impuestas por la autoridad marítima, y por supuesto, hemos de informar de la condición de vivienda de nuestra embarcación.