Una de las cosas más divertidas que podemos hacer cuando paseamos por los muelles de un cualquier puerto deportivo de los que hay en nuestro litoral es fijarnos en los nombres de barcos. Algunas personas eligen nombres de barcos muy tradicionales, otros son algo más rebuscados y hay algunos que incluso recurren al humor o la ironía. Pero si nos fijamos veremos que muchas embarcaciones tienen nombre de mujer.
No se sabe al cien por cien el motivo por el cual a la hora de poner nombres a los barcos, tradicionalmente se ha elegido el nombre de una mujer. Hay bastantes teorías, algunas de ellas bastante plausibles y otras bastante difíciles de creer, pero vale la pena conocerlas para luego quedarnos con un criterio y poder responder a la pregunta con cierta soltura cuando nos la formulen. Probablemente no hay una sola teoría cierta sino varias, y seguramente unas no son incompatibles con otras.
La mitología y las diosas griegas respecto a los nombres de barcos
A lo largo de la historia de la humanidad, el ser humano ha empleado las embarcaciones para cruzar ríos, atravesar lagos y mares, transportar mercancías y personas. Tradicionalmente los barcos han llevado nombre de mujer, y uno de los motivos podría ser la mitología. Los griegos y los romanos, así como otras antiguas civilizaciones que poblaron el Mediterráneo, elegían nombres de diosas y de otros seres mitológicos para nombrar los barcos.
Al cabo del tiempo, con el discurrir de los siglos, la mitología dio paso a las grandes religiones monoteístas que dominan el mundo (cristianismo, judaísmo e islamismo), con lo que el culto a esas diosas y seres mitológicos femeninos prácticamente desapareció. En ese momento, según explican algunas teorías, continuó extendiéndose la costumbre de poner nombre de mujer a las embarcaciones, aunque estos nombres carecían del carácter mitológico.
En este sentido, uno de los nombres de embarcación femeninos más habituales es el de “Afrodita”, tanto en castellano como en múltiples idiomas. Afrodita fue la hija de Zeus y de Dione, y Homero decía que nació de la espuma formada por el mar. También la mitología señala que Afrodita nació a partir de la sangre que cayó en el mar cuando Cronos mutiló a Urano. Los libros de historia dicen que Afrodita tuvo romances con varios dioses, por lo que se la considera también la diosa del amor y de la lujuria. Después de la derrota de Troya se refugió en Italia, dando origen a la ciudad de Roma.
El nombre, una cuestión de género
Hay otra teoría, que tiene que ver con el género que en las diferentes lenguas europeas tienen determinadas cosas u objetos. Si tenemos conocimientos de idiomas veremos que hay palabras que en algunos idiomas son masculinas y en otros son femeninas. Pues bien, hace siglos, cuando las lenguas europeas estaban formándose, en la mayoría de las ocasiones la palabra que se empleaba para nombrar a los barcos, embarcaciones o naves era femenina.
Con el paso del tiempo, esas lenguas fueron evolucionando. En inglés, por ejemplo, los objetos inanimados como los barcos tenían como género el femenino. Más tarde la lengua inglesa evolucionó, pero se mantuvo la tradición de usar la forma femenina para llamar a los barcos con nombre de mujer.
Otra teoría que muchas personas apoyan es que en realidad ponemos nombre de mujer a los barcos como símbolo de protección. La mujer siempre ha sido símbolo de cuidado, de refugio, de vigilancia, de amor y de valores familiares. En un mundo tan masculino como el de la navegación, en el que las mujeres históricamente no han sido mayoría, poner como nombre a una embarcación el de una mujer era todo un detalle. En realidad durante muchos años la presencia de mujeres en los barcos estaba prohibida, motivo por el cual los capitanes decidían poner el nombre de mujer al barco para que ésta no tuviera celos.
Las supersticiones y la historia
Más allá de estas teorías, hay personas que ponen a sus embarcaciones nombres de mujer por pura superstición. Así, muchos propietarios eligen el nombre de su esposa, de su hija, etc. También las grandes navieras suelen escoger nombres de reinas para sus grandes cruceros, como el Queen Elizabeth o el Queen Victoria, personajes históricos. Colón descubrió América en tres carabelas, la Niña, la Pinta y la Santa María.
De todas maneras, para todo hay una excepción. Si nos fijamos, en los barcos de guerra de los principales ejércitos del mundo no suele haber embarcaciones que tengan nombre de mujer, sino que se suelen escoger nombres de barcos de hombre, o de personajes históricos masculinos o bien nombres de lugares pertenecientes a la geografía del país indicado, como por ejemplo el Portaaviones Príncipe de Asturias o el buque escuela Juan Sebastián Elcano.
Mujeres con mucha historia
Una de las embarcaciones más gloriosas de la historia de la navegación fue la Nao Victoria, que fue bautizada con este nombre en homenaje a la iglesia de Santa María de la Victoria de Triana. Esta nave se construyó en los astilleros de Zarautz, en Guipúzcoa, y a inicios del siglo XVI realizó la primera vuelta al mundo, concretamente entre los años 1519 y 1522, capitaneada por Magallanes.
También nos encontramos con que entre las flotas pesqueras de muchas cofradías de pescadores abundan los nombres de embarcaciones que guardan relación con el santoral, especialmente con las vírgenes. En el caso de España, donde la religión católica, veremos que la virgen del Carmen es un nombre bastante frecuente, ya que ésta es la patrona de los marineros. Pero también hay muchos barcos de pesca que hacen referencia a vírgenes de cada localidad.
Del mismo modo, si damos un paseo por los puertos españoles veremos que abundan los nombres de mujer que son más habituales en determinadas comunidades autónomas. Por ejemplo, no es raro ver barcos en Cataluña con nombres locales como Laia, Montserrat, Meritxell, etc, o Macarena o Rocío en Andalucía, o Leire, Ainhoa o Izaskun en Euskadi.
Los barcos más grandes tienen nombre de mujer
Las compañías navieras más grandes del mundo con frecuencia eligen nombres de mujer para bautizar sus embarcaciones más emblemáticas. La naviera más grande del mundo, la danesa Maersk Line, eligió los nombres Emma, Estelle, Eleonora, Evelyn, Ebba, Elly, Edith y Eugene para los buques portacontenedores de la gama Maersk E, de 399 metros de eslora y capacidad para 14.770 contenedores.
Durante la década anterior, estos fueron los barcos de carga más grandes del mundo. Pero en el año 2012 Maersk presentó una nueva generación de buques de transporte de mercancía, los Triple-E, de más de 400 metros de eslora y capacidad para 18.000 contenedores. Para este tipo de embarcación Maersk eligió bautizar este tipo de naves con nombre de mujer que empiezan por M. Por ahora la compañía naviera danesa ya tiene 20 barcos de estas características, muchos de los cuales tienen nombre de mujer: Mary, Marie, Madison, Merete, Margrethe, Mette, Marit, Mathilde …
Costa Cruceros, principal operador de cruceros de Europa, eligió durante muchos años nombres de la saga familiar fundadora de la familia, muchos de los cuales correspondían a nombres de mujer: Maria Costa, Antonietta, Beatrice … Hoy en día todos los nombres de sus embarcaciones corresponden a adjetivos que acompañan al nombre de la empresa: Costa Serena, Costa Fortuna, Costa Victoria, Costa Diadema, Costa Romántica, etc.