Con el fin de la temporada estival, los atardeceres de pesca, y los paseos matinales hacia alta mar, se acerca el momento de guardar el barco después del verano. No es solo guardarlo, sino que es necesario planificar una serie de cuidados para asegurarnos de que nuestra embarcación estará en las mejores condiciones la siguiente temporada.
Guardar el barco. Tierra o mar
La primera decisión que tenemos que tomar es si dejaremos la embarcación en el agua o la pasaremos a tierra firme.
- Invernar en tierra. Es la mejor opción en caso de tratarse de embarcaciones que tengan el material de fibra de vidrio o de hierro. Si no se cuenta con un lugar adecuado, existen compañías y empresas que se dedican a guardar barcos en invierno. Lo mejor es reservar, para tener una plaza asegurada.
- Mantener el barco en el mar. Sobre todo si el material del casco es de madera, la mejor elección es mantenerlo en el agua. Si lo sacamos del agua la madera podría agrietarse y acelerarse su deterioro. Una vez que hemos decidido dejarlo en el puerto, es importante prestar atención al lugar donde lo amarraremos, respetando las debidas distancias con otras embarcaciones contiguas.
El mantenimiento de la embarcación durante el invierno
Durante el invierno hay muchas acciones de mantenimiento que pueden hacerse aprovechando la falta de navegación.
- Lo mejor es comenzar las tareas de mantenimiento realizando un inventario con todas las zonas o partes que es preciso reparar, para planificar las tareas a realizar tras guardar el barco.
- Sobre todo si se trata de una zona o región donde el frío es intenso en invierno, hay que dejar vacíos los depósitos de combustibles y de líquidos en general, para evitar la congelación y la consiguiente obstrucción de conductos.
- Algunas acciones de higiene en el interior del barco son las normales en toda estancia que va a estar desocupada tiempo. Desconectar la nevera y dejarla abierta para facilitar su ventilación, eliminar restos que puedan generar malos olores como rastros de comida o bebida, etc.
- Si se trata de un velero, las velas necesitan una atención muy precisa. Lo más apropiado es sacarlas de la embarcación, higienizadas con jabón neutro, secadas al aire libre y dobladas de forma cuidadosa, para que no se formen arrugas. Aprovecharemos el desmonte de las velas para revisar de cerca si necesitan alguna reparación.
- En cuanto a la electricidad de la embarcación, la decisión más acertada después de guardar el barco es desmontar baterías y pilas a cualquier dispositivo electrónico del barco, para eliminar el riesgo de cortocircuitos. Es especialmente importante la desconexión de la batería del circuito general del barco. Para efectuar esta opción será suficiente con desconectar los dos elementos corta corrientes de las baterías, o bien los bornes, cubriendo estos con vaselina para una apropiada conservación.
- En el tema de la pintura procederemos a eliminar todo resto de incrustación en el casco, antes de un lijado y la imprimación o pintura que hayamos elegido.