Hoy día, navegar en barco se ha convertido en algo sencillo y mucho más masivo que hace veinte o treinta años. Gracias a los cursos náuticos, las pólizas de cualquier clase y la gran variedad de las pólizas (desde seguros lanchas a barcos de gran eslora, desde la remoción de restos hasta un todo riesgo y todo tipo de garantías adicionales) navegar parece un sueño al alcance de cualquiera.

Aun así, a veces, la inexperiencia o la falta de atención pueden convertir este sueño en una pesadilla; un mal sueño que podría evitarse, simplemente, tomando ciertas precauciones. Si quieres recordar algunas buenas prácticas que puede que no conozcas, sigue leyendo.

Buenas prácticas previas a la navegación

Antes de salir de puerto, asegúrate que el barco, la lancha o el bote están en buenas condiciones. La comprobación visual parece una nimiedad que puede sacarnos de un gran número de aprietos (cabos de cornamusa y cabestrante, jarcias, drizas, etcétera); de igual modo, comprueba los aparatos electrónicos y asegúrate de que llevas encima la documentación personal y de la embarcación, especialmente todo lo relacionado con los seguros lanchas.

Fuente: Compfight

Buenas prácticas durante la navegación

Coloca tu embarcación hacia el viento, especialmente a vela, para evitar la resistencia del aire en la medida de lo posible; para amarrar adecuadamente las velas, asegura la amura de la mayor y del foque al botalón y en la proa, respectivamente. Después, durante la navegación, comprueba que la vela mayor está bien izada sobre las drizas y que la tensión sobre la misma no es excesiva.

A motor no encontraremos el problema de la zona de no navegación que sí tiene la navegación a vela; si queremos navegar a barlovento, lo haremos siempre a más de 45º o en zigzag a 90º en popa. Respecto al ajuste de las velas durante estos procesos, recordaremos tener estirada la vela de foque del lado de sotavento (el más alejado a la dirección del viento); si lo que queremos es realizar un giro con el barco, soltaremos la vela principal cuando el extremo del barco empiece a orzar (variar al rumbo). Si no tenemos mucha pericia, es importante contar con seguros lanchas de calidad que nos garanticen buenas coberturas.

Por último, prestaremos especial atención a la dirección del viento durante la navegación (para ello es muy recomendable un Windex) con el fin de mejorar la navegación y decidiremos cuándo navegar en descuartelar, en ceñida o con el viento a favor. Ante todo, prudencia, buenos seguros lanchas y veleros en cubierta y mucha paciencia durante el aprendizaje.