Si sales a navegar con tu velero por la costa para disfrutar de un domingo de verano o decides pasar varios días costeando con los amigos, tendrás que permanecer atento a una serie de factores que podrían convertir un fabuloso día náutico en una calamidad. Y es que.. aunque la mayoría de los imprevistos en alta mar requieren de prudencia y sentido común, no está de más tener asegurada tu embarcación de recreo, porque los peligros acechan y pueden ser más de los que imaginas.
En más de una ocasión, y sobre todo si no estás acostumbrado a salir a mar abierto, es probable que se te olvide tener en cuenta muchos elementos que, por lo normal, no suelen afectarnos cuando navegamos relativamente cerca de la costa. Así que, no cuesta nada ser previsor para asegurarnos una navegación tranquila.
5 peligros de navegar en alta mar
- Preparar la cubierta para desplazarte con seguridad. Este paso parece obvio, pero no serías el primero ni el último que acaba en el agua por agarrarse a un obenque que no estaba en las mejores condiciones. Ten en cuenta que una cubierta mojada es peligrosa y en alta mar necesitas estar seguro de que podrás ir de un extremo a otro del barco con seguridad, aunque sea a cuatro patas, y que podrás agarrarte a los elementos de cubierta con tranquilidad.
- Asegurar el mastil, por si nos alcanza un rayo. Que te alcance un rayo es una posibilidad escasa, pero no por ello imposible. Asegúrate siempre de que el pie del mástil de aluminio está conectado a los pernos de acero de la quilla con un cable bien grueso, así en caso de que te alcance algún rayo podrá entrar y salir limpiamente sin causar grandes desperfectos.
- Estar preparado para la mala mar. Navegar en alta mar implica encontrarte con condiciones meteorológicas adversas que llegan de repente. Cuando esto sucede, hay que estar preparado: los imbonarles deben desalojar el agua con rapidez.
- La iluminación nocturna esencial para ver y ser vistos. Es de sentido común usar los reflectores para ser visibles y que otros barcos no choquen contra nosotros. Pero, a veces el problema no son los barcos, ¡sinó los objetos que flotan a la deriva! Plataformas petrolíferas, contenedores…
- Mantener siempre bajo control el cableado eléctrico. Un cortocircuito, el compartimento de motor, la cocina… Los incendios son raros, pero devastadores cuando se producen.
¿Quieres una última recomendación? ¡Asegúrate de que tienes un buen seguro de embarcación de recreo antes de levar anclas!