Cómo protegerse de las quemaduras de sol

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Las quemaduras de sol son uno de los peores enemigos de los aficionados a la náutica en particular y en general a cualquier deporte que se practique al aire libre. En el caso de los deportes del mar, las quemaduras de sol representan aún más peligro a causa del reflejo de la luz solar en el agua, que multiplica el efecto de las radiaciones no sólo en la piel sino también en la vista.

Las quemaduras de sol suelen afectar únicamente a la capa más superficial de la piel, es decir, la epidermis. El efecto habitual de las quemaduras de sol es el enrojecimiento de la piel. Estas quemaduras aparecen cuando no nos hemos protegido de manera adecuada ante la exposición del sol. Normalmente tardan alrededor de una semana en desaparecer y no dejan cicatrices.
No todas las personas aguantan las radiaciones solares de la misma manera. Hay personas que, por su baja pigmentación, toleran peor el calor y el verano y son más proclives a sufrir quemaduras de sol, mientras que hay otra, que por la mayor pigmentación de su piel, aguantan mejor el sol y no se producen tantas quemaduras.

Las quemaduras de sol y el cáncer de piel

Los estudios señalan que hay una relación directa entre las horas de sol que tomamos sin la debida protección y el riesgo de sufrir un cáncer de piel. Normalmente las quemaduras de sol aparecen después de 2 horas de exposición. El dolor suele desaparecer rápido, pero lo grave son los efectos a largo plazo. La radiación del sol se va acumulando y, cuantas más horas nos expongamos a las radiaciones del sol a lo largo de nuestra vida, más riesgo corremos de sufrir un cáncer de piel.
Para protegerse de las quemaduras solares es necesario seguir los consejos de tu dermatólogo, que en función de las características de tu piel y de tu pigmentación, te orientará y te recomendará qué tipo de cremas solares necesitas para evitar las heridas ocasionadas por el sol. Los fabricantes de cremas y lociones solares recomiendan aplicarse el producto por lo menos media hora antes de salir a la calle.
Lo que ocurre es que normalmente asociamos únicamente el sol y las quemaduras a la playa o al mar, cuando en realidad deberíamos aplicarnos el producto sobre la piel antes de realizar cualquier actividad que sea al aire libre en verano. Si hace poco que te has aficionado a la navegación, a parte de tener en cuenta todas las recomendaciones para tu embarcación, como complementos o los seguros náuticos, debes prestar mucha atención a las recomendaciones para tu piel si tienes pensado realizar un trayecto de horas con tu barco.

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Cremas y lociones solares con un filtro de 30 en adelante

En tu farmacia, o en el lugar donde compres habitualmente los cosméticos, verás que los fabricantes de protectores solares indican el filtro solar que contiene la crema o loción. Los dermatólogos recomiendan que empleemos una crema solar con un filtro de 30 en adelante, ya que si tiene menos, apenas nos protegerá de las radiaciones.
Para evitar las quemaduras de sol no es suficiente con ponerse la crema una vez, sino que hay que repetir su aplicación a lo largo de la jornada. Si vamos a estar navegando cuatro horas, tendremos que aplicarnos crema cada hora, ya que el filtro solar de las cremas no tiene un efecto prolongado en el tiempo.
En la medida de lo posible, para protegerse de las quemaduras solares, deberíamos evitar exponernos directamente al sol en aquellas franjas horarias en las que las radiaciones son peligrosas. Eso significa que entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde deberíamos evitar tomar el sol o realizar actividades al aire libre.

Hay que proteger a los bebés de la exposición solar

Además de la protección solar, es conveniente que al navegar o cuando vayamos a darnos un baño a la playa llevemos la ropa y los complementos adecuados. Esto significa que, aunque haga sol, debemos ponernos una camiseta para proteger la piel, y cubrirnos la cabeza con una gorra. Los ojos son también uno de los órganos que más sufren en la exposición directa al sol. Las gafas de sol son también uno de nuestros grandes aliados en verano para protegernos.
Si tenemos bebés en la familia, deberíamos tener especial cuidado de ellos cuando salimos al aire libre. La exposición directa a los rayos del sol es altamente perjudicial para los niños de tan corta edad. Existen cremas solares especialmente indicadas para los niños y bebés, con filtros que nos proporcionan una alta protección.
Y no hay que olvidar que, en verano, aunque el día no sea soleado, los rayos del sol son igual de agresivos para nuestra piel. Aunque no brille el sol es conveniente tomar las mismas prevenciones que en un día soleado.